Un beso casi le cuesta la vida a Emiliano, un bebé de seis meses
Un gesto de cariño mal entendido se convirtió en una pesadilla para una joven madre, cuyo hijo de seis meses estuvo al borde de la muerte tras contraer herpes simple tipo 1 (HSV-1), un virus altamente peligroso para los recién nacidos.
Emiliano, un bebé sano y sonriente, vivía junto a su madre Laura en una comunidad tranquila donde era frecuente que vecinos y familiares se acercaran a saludarlo. Uno de ellos, un adulto mayor, solía besar al pequeño en la frente y la boca, sin mostrar signos visibles de enfermedad. Días después, Emiliano comenzó a presentar fiebre alta, rechazo al alimento y ampollas alrededor de la boca. Al ser trasladado al hospital, fue diagnosticado con una infección por HSV-1, una afección que en adultos se manifiesta como un simple “fuego en los labios”, pero que en bebés puede causar encefalitis, daños neurológicos irreversibles o la muerte.
El niño fue ingresado a cuidados intensivos y sometido a un tratamiento intravenoso con antivirales durante varias semanas. Aunque logró sobrevivir, la recuperación fue lenta y dejó a su familia marcada por el miedo. Expertos aseguran que este tipo de transmisión ocurre con frecuencia y que la mayoría de las personas infectadas no saben que son portadoras del virus, ya que pueden transmitirlo incluso sin síntomas activos.
Pediatras y autoridades sanitarias han reiterado la importancia de evitar los besos en la cara o boca de los bebés, especialmente durante los primeros seis meses de vida. Asimismo, recomiendan no visitar recién nacidos si se tienen síntomas gripales, infecciones bucales o fiebre, y reforzar el lavado de manos antes de tener contacto con ellos.
El caso de Emiliano no es único, pero sí representativo de una situación que puede prevenirse con medidas básicas. La madre, ahora más consciente, envía un mensaje claro: “Un beso puede parecer un acto de amor, pero para un bebé… puede ser una sentencia de muerte”.