La gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera, habló con Ernesto Cortes, , sobre los principales logros de su administración.
1. ¿Cómo va el empalme?
Va muy bien. Si algo nos ha caracterizado en el Atlántico es que nos gusta construir sobre lo construido, de tal forma que se logren mejores resultados. Hace 4 años, casualmente, me tocó a mí recibirle al gobernador Eduardo Verano y en esta oportunidad regresa él otra vez al departamento. Ha sido un empalme muy cordial y tranquilo, cumpliendo con todos los requisitos de ley. La continuidad es muy buena porque gana la ciudad, ganan los departamentos, pero sobre todo gana la gente.
2. Por esta época, ¿por qué tenemos que irnos de vacaciones al Atlántico?
Barranquilla, y todo el departamento del Atlántico, se ha consolidado como el destino obligado que integra la región Caribe. Las personas que visitan Cartagena y Santa Marta necesariamente tienen que ir al Atlántico porque tenemos un turismo de sol y playa espectacular en las recién ordenadas playas de Sabanilla; son playas amigables con el medio ambiente, inclusivas para las personas con discapacidad, y ofrecen una oferta recreodeportiva y una gastronomía exquisita.
Hoy son unas playas ordenadas donde no se permite la circulación de los vehículos, en la parte de atrás queda el parqueadero, están conectadas con todos los servicios públicos y las reglas de juego son claras: hay un menú digital con código QR para que no nos cobren el pescado a un millón de pesos.
Lo que queremos es que no sigan ofreciendo la misma mojarra frita con patacones. El menú cambió totalmente, es más exquisito. Una oferta de comida de mar con pesca recién salida del mar a la bandeja. Es una experiencia increíble y la gran apuesta es que las playas del Atlántico se conviertan en las playas perfectas para el entretenimiento.
3. ¿Por qué decidió convertir a Usiacurí en una potencia turística del departamento?
Usiacurí es un pueblo mágico que tuvo una verdadera transformación social a través del color. Empezando nuestro gobierno, llegamos al municipio, nos sentamos con la comunidad y ellos manifestaron que deseaban recibir muchos más turistas. Decidimos ponerle color para hacerlo más atractivo. Junto con la gente pintamos el macromural en techos más grande de América Latina e hicimos intervenciones en el espacio público como el parque Mirador, la plaza Julio Flórez, un centro de exposición artesanal permanente y recuperamos los pozos de aguas minerales.
4. ¿En cuatro días se puede conocer toda la oferta turística del departamento?
Totalmente. El Atlántico tiene la ventaja de contar con excelentes vías que te permiten recorrer de un extremo a otro en solo dos horas. En la oferta que estamos dando hay experiencias para todos los gustos. Pueden hacer la ruta del color en Usiacurí y enamorarse de sus artesanías, pero también tenemos turismo de sol y playa, no solo en Puerto Colombia, también en el municipio de Juan de Acosta, por ejemplo, donde encuentran las playas de Santa Verónica, perfectas para el kitesurf y para los amantes de los deportes náuticos. Y para los amantes de la aventura y el paisajismo está la laguna de Luruaco o la Reserva Natural Luriza.
5. Usted al comienzo de su gestión mencionó que una de sus principales apuestas era reactivar el campo, ¿cómo le fue?
Estamos totalmente satisfechos de ver cómo los campesinos empiezan a recoger sus cosechas. Ya ellos dicen que dejaron de ser campesinos rasos para convertirse en empresarios del campo, gracias a tres acciones que forman parte de nuestra estrategia el campo a toda marcha. Lo primero, garantizar agua 24 horas y 7 días a la semana rehabilitando el distrito de riego; segundo, facilitando la financiación con un incentivo de capitalización rural, así eliminamos el riesgo para los bancos y ellos le están prestando a nuestros agricultores. Y, tercero, garantizándoles la compra porque de nada sirve que tengan una cosecha muy productiva y después no tengan a quién venderla.
Después del tercer año, la productividad será tan alta que dejarán de ganar un millón de pesos, que es lo que hoy están devengando, para ganar cinco millones de pesos. Escogimos cinco productos que pueden crecer sin afectar el precio del mercado y con vocación exportadora: el limón Tahití, la palma de aceite, el plátano, el cacao y el mango.
6. ¿Ya está funcionando el Hospital de Soledad que beneficiará a cerca de un millón de personas?
Sí, dos meses en operación y la gente está completamente feliz con el nuevo Hospital Juan Domínguez Romero porque era un hospital departamental que funcionaba con unas condiciones muy precarias. La gente en Soledad soñaba con un hospital de mediana y alta complejidad y que tuviera las condiciones que tiene este. Es el hospital más modero y mejor dotado de toda la región Caribe. Es increíble que en Soledad no tuviéramos un hospital capaz de atender a esta población, son 800.000 personas las que viven en Soledad, más todas las personas que viven sobre el río Magdalena, las que no tenían un hospital cerca y les tocaba ir siempre a Barranquilla. Ahora tienen una nueva infraestructura y la calidez en la prestación del servicio de urgencias 24/7, hospitalización, cirugía, unidades de cuidado intermedio e intensivo, y consulta externa en un mismo lugar.
7. Luego de la crisis de la pandemia, ¿cómo hicieron ustedes para recuperar la falta de empleo?
Cuando comenzó la pandemia la prioridad era salvar vidas y atender la emergencia. Pero cuando las cifras de desempleo empezaron a salir, a la gente ya no le preocupaba el contagio, sino que habían perdido sus oportunidades de empleo y emprendimiento. Por ello, decidimos dividir al equipo para que una parte atendiera la pandemia que era la prioridad y otra parte se encargara en pensar en los días después de la pandemia, cómo hacer para cumplir con el plan de desarrollo y diseñar una estrategia de reactivación económica que nos permitiera recuperar esos empleos y oportunidades de emprendimiento que se estaban perdiendo. Fue así como diseñamos la estrategia ‘Atlántico a toda marcha’ que le apostó a dinamizar el campo en el sur del Atlántico y el turismo en la zona costera, así como el emprendimiento y las energías renovables. Queríamos consolidar al Atlántico como un epicentro para recibir las inversiones en proyectos solares y eólicos y ser la capital de las energías limpias.
8. No es secreto que muchas zonas del caribe adolecen de un problema de alcantarillado, ¿qué les deja en este tema a los municipios?
El alcantarillado es una gran apuesta porque cumple con dos propósitos. Por un lado, mejora las condiciones de calidad de vida de nuestra gente, pero, al mismo tiempo, evita que todas esas aguas servidas sigan llegando a los cuerpos de agua del Atlántico. Gracias a la inversión que realizamos en 17 municipios, hoy vamos a dejar en el cien por ciento de las cabeceras solucionado el problema de alcantarillado y siete corregimientos más también con el servicio de alcantarillado. Lo más lindo del proyecto y lo que más entusiasmados nos tiene es que tanto el río Magdalena, como el mar Caribe, el embalse del Guájaro y la laguna de Luruaco van a dejar de recibir estas aguas servidas y vamos a tener una verdadera recuperación ambiental de nuestros cuerpos de agua.
9. ¿Qué es lo que más va a extrañar de su administración?
Ese contacto permanente con la gente en los municipios y que quedan relaciones para toda la vida. Hay que tratar de no apegarnos a los cargos porque estos vienen y van, pero siempre quedamos muy apegados a la gente y al relacionamiento con las personas. Con ellas hemos construido todos estos avances, ha sido un gobierno que conversa con la gente, que cocrea, que diseñamos soluciones de la mano con ellos y, por eso, cuando entregamos las obras la gente está feliz porque sienten que ellos estuvieron desde el primer día.